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El Museo de Cerámica de l'Alcora es un tesoro cultural que te sumerge en la rica tradición alfarera de la región. Este encantador museo, ubicado en un edificio histórico construido en 1907, te transporta a través de dos cuerpos interconectados que albergan una impresionante colección de azulejos y cerámicas del siglo XX.
Al adentrarte en el museo, serás recibido por un hermoso patio central que crea una atmósfera acogedora y te invita a explorar los espacios expositivos que lo rodean. Aquí encontrarás una selección cuidadosamente curada de azulejos y cerámicas de la época, distribuidos estratégicamente en diferentes áreas del museo, como la entrada, la escalera, el patio y la galería. Los azulejos y cerámicas exhibidos cautivan la vista con su deslumbrante policromía y sus motivos que fusionan elementos históricos con influencias neomoriscas.
Sumergirse en la historia de l'Alcora es descubrir cómo esta región se convirtió en un importante centro alfarero bajo la protección del conde d'Aranda y la instalación de la Real Fábrica de Porcelana y Loza. Las ventajas geográficas de la localidad, como su cercanía al mar, proporcionaron una base sólida para el florecimiento de la industria cerámica. En el siglo XVIII, l'Alcora vivió su momento de esplendor, con más de 20 canteras, alfarerías y fábricas de azulejos coexistiendo en armonía con la Real Fábrica. Sin embargo, los orígenes de esta tradición se remontan incluso más atrás en el tiempo, con registros de alfareros en el siglo XVI. Dos familias destacan en la historia alfarera de l'Alcora: los Redolat, cuya dedicación se extendió a lo largo de 12 generaciones desde 1578 hasta la década de 1950, y los Nomdedéu, quienes mantuvieron la llama de la alfarería durante siete generaciones hasta su cierre en 2002, después de más de 200 años de legado.
El Museo de Cerámica de l'Alcora es un tributo a esta rica herencia alfarera. La colección expuesta representa la producción completa del taller de la familia Nomdedéu, con más de un centenar de piezas que ilustran la diversidad de usos de la cerámica popular. Desde cántaros y botijos utilizados para el agua, hasta tinajas de aceite y recipientes para la conservación de alimentos, estas piezas revelan cómo la cerámica fue parte esencial de la vida cotidiana. Además de las creaciones más recientes de la década de 1990, el museo alberga tesoros antiguos, como las imponentes tinajas de aceite del siglo XVIII, con una capacidad cercana a los 1.000 litros cada una. También se exhiben dos magníficas tinajas de vino, rescatadas de la bóveda de la iglesia de la Sangre, y una firma destacada de Pere Joan Nomdedéu en una tinaja de aceite datada en 1925. La colección se enriquece aún más con la presencia de tejas del taller de Josep Montañés, recuperadas de la misma iglesia y que datan de la segunda mitad del siglo XVIII. Para comprender el proceso creativo, se muestran las herramientas utilizadas en el taller de los hermanos Nomdedéu Medina, cerrado en 2002. Estos objetos representan cada etapa del proceso alfarero, desde las horcas y palas para el horno, hasta los rodillos para dar forma a las piezas.
Dentro de esta extraordinaria colección, destaca un tesoro único: un torno de pie adquirido por Pere Joan Nomdedéu en 1944. Este torno, datado alrededor del siglo XIX, presenta marcas visibles del paso del tiempo y del trabajo realizado en él. Observar las huellas de la presión ejercida por el pie en las caras de la rueda inferior nos permite apreciar la autenticidad y el legado de los artesanos alfareros.
El Museo de Cerámica de l'Alcora es un destino imprescindible para los amantes de la historia, el arte y la cultura. Te sumergirás en la fascinante tradición alfarera de la región, descubriendo piezas únicas y aprendiendo sobre las familias que dieron vida a esta herencia centenaria. Con cada paso, te sentirás transportado en el tiempo, conectando con las habilidades y la creatividad de los artesanos que dieron forma a la identidad cerámica de l'Alcora.
