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Descubre la fascinante historia de Almenara mientras exploras sus encantos. Esta pintoresca localidad fue posiblemente fundada por los antiguos griegos de Zacinto, quienes también establecieron la ciudad de Sagunto. Otra teoría sugiere que los cartagineses fueron los primeros en llegar a la península ibérica y establecerse en esta área, ya que hay evidencias de un templo dedicado a Venus que data del año 242 a.C. Este templo y los terrenos pantanosos circundantes parecen haber sido el núcleo de la primitiva población de Almenara, e incluso se cree que existía un puerto en la base del "Monte de los Estanques", que se remonta a la época de los cartagineses y romanos.
Las circunstancias geográficas llevaron a la población a trasladarse a su ubicación actual, buscando un lugar más seguro y protegido, lejos de los terrenos insalubres. Esto permitió a los habitantes atender a los intereses cercanos y desarrollarse en un entorno más favorable. Aunque el origen de la actual población no es tan antiguo como el poblado que existió junto al Templo de Venus, se cree que los primeros habitantes de esta región pertenecían a la antigua raza ibérica, específicamente a la tribu de los bastetanos y al país de los heretans.
El nombre "Almenara", de origen árabe, es sinónimo de "atalaya" o "Almenara", términos que evocan los puntos de aviso que vigilaban la costa como faros modernos. Otro posible significado es la combinación de "almena", que se refiere a torres o fortalezas, y "ara", que significa templo o altar. Durante la dominación romana, el lugar era conocido como Afrodicio, en referencia al Templo de Venus.
En el año 1238, los moriscos que habitaban la villa se rindieron ante el asedio de Jaume I, y el lugar fue repoblado por cristianos. Este acontecimiento histórico, narrado en la "Crónica" de Jaume I, describe cómo el rey y la reina Violant de Hungría llegaron a Almenara, siendo recibidos con alegría por los habitantes. La conquista de Almenara también llevó a la rendición de otros castillos importantes de la región.
Inicialmente, Almenara perteneció al patrimonio real después de la conquista cristiana. Sin embargo, en enero de 1292, Jaume el Just la vendió junto con otros lugares por un precio considerable. Esta venta marcó el inicio de la Baronía de Almenara, con una población de 400 casas y un extenso territorio.
Al recorrer las calles de Almenara, notarás que el trazado de la villa sigue un patrón de cuadrícula, similar a otras localidades fundadas o repobladas por el rey Conquistador. Hasta finales del siglo XVIII, la villa estuvo rodeada por una muralla de doble recinto, con torres defensivas que flanqueaban los ángulos. El primer lienzo de muralla se construyó en el siglo XVI, adosado a las casas, y el segundo lienzo, construido en 1543, dejaba un espacio de 3,25 metros con el anterior.
A lo largo de los siglos, Almenara experimentó altibajos en su población, pero su desarrollo tomó impulso en la segunda mitad del siglo XIX. Hacia 1820, la villa ya contaba con dos arrabales extramuros, que desempeñaron un papel clave en su posterior crecimiento. Aunque las murallas desaparecieron en su mayoría, se ha logrado recuperar un tramo y una de las torres, lo que permite apreciar parte de la historia fortificada de la localidad.
Hoy en día, Almenara ha expandido su territorio hacia las colinas del monte del castillo, dejando espacio libre para el cultivo en las fértiles tierras bajas. Esta transformación ha llevado a un crecimiento urbano hacia las cotas más elevadas, ofreciendo hermosas vistas panorámicas.
Al visitar Almenara, tendrás la oportunidad de sumergirte en su rica historia y descubrir los vestigios de su pasado a través de sus monumentos, calles y plazas. Además, podrás disfrutar de la belleza natural de sus alrededores y explorar las playas cercanas de la costa mediterránea. Almenara te espera con los brazos abiertos, listo para cautivarte con su encanto histórico y su entorno pintoresco.
