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La iglesia de la Asunción de Vinaròs es un impresionante lugar de culto y un destacado monumento arquitectónico en el corazón de la ciudad. Su imponente presencia y su combinación de estilos renacentista y barroco la convierten en una visita obligada para los amantes de la historia y la arquitectura.
Desde el exterior, la iglesia se distingue por sus robustos muros, que evocan una sensación de fortaleza. Con escasas aberturas, estos muros sugieren la antigua función defensiva de la iglesia. Coronando los muros, un pequeño parapeto con saeteras y garitas en las esquinas refuerza aún más esa imagen de fortificación. Sin embargo, las impresionantes portadas proporcionan un contraste sorprendente, con su exquisita ornamentación y su belleza artística.
Al ingresar a la iglesia, se revela una nave principal de planta rectangular, dividida en seis tramos, y un hermoso ábside octogonal. Los contrafuertes separan las capillas laterales, que no están conectadas entre sí, y en la cabecera se encuentran la sacristía y el transagrario. Las columnas de estilo clásico que se alzan en el interior de la nave sostienen elegantes bóvedas de crucería, decoradas con terceletes y nervios que convergen en claves elaboradas. El presbiterio, con su magnífica bóveda estrellada de seis puntas, y las capillas laterales, con bóvedas de crucería y claves centrales, crean un entorno majestuoso y espiritual.
La fachada principal es un verdadero tesoro arquitectónico. Coronada por cinco pináculos, su perfil mixtilíneo cautiva la mirada de los visitantes. El enfoque principal se encuentra en una impresionante portada-retablo de dos cuerpos, con una profusión de detalles decorativos. El cuerpo inferior cuenta con cuatro columnas salomónicas pareadas, de orden compuesto, que descansan sobre pedestales. Estas columnas sostienen un entablamento con ménsulas, que se eleva en el centro formando un arco de medio punto. La puerta principal, enmarcada por un arco abocinado decorado con casetones, muestra el anagrama de la Virgen María y está flanqueada por querubines que sostienen una corona. En el cuerpo superior de la fachada, una hermosa hornacina apetinada alberga la imagen de la Asunción de María, rodeada de pilastras y columnas salomónicas. Un óculo ovalado con vidriera policromada y exquisitas guirnaldas laterales completan esta obra maestra arquitectónica.
La portada lateral, de estilo renacentista con influencias del plateresco, también merece una atención especial. Decorada con un arco de medio punto, presenta dovelas bellamente talladas con querubines y putti, demostrando la maestría escultórica de la época. Columnas semiacanaladas con fustes acanalados y capiteles corintios enmarcan la portada, y en los tímpanos se encuentran dos medallones con las cabezas de los apóstoles Pedro y Pablo. Una pequeña hornacina apetinada con la imagen de la Virgen María y una inscripción con la fecha de construcción se sitúan sobre el entablamento, mientras que dos ángeles sostienen una corona, añadiendo un toque celestial a esta obra de arte arquitectónica.
La torre campanario, con sus 33 metros de altura, se yergue majestuosamente cerca de la iglesia. Su planta cuadrada y sus cuatro cuerpos revelan una estructura sólida y bien diseñada. El primer cuerpo, ataluzado, añade interés visual a la torre, mientras que el último cuerpo alberga las campanas y presenta aberturas alargadas con bóvedas de cañón en cada lado. La torre cuenta con dos entradas: una antigua ventana en el exterior y una entrada original en el interior. Cada cuerpo de la torre alberga una sala, conectadas entre sí por una elegante escalera de caracol. Las bóvedas de cañón, aljibe y crucería en cada sala añaden variedad y atractivo arquitectónico. La torre está construida con materiales duraderos, como la mampostería de piedra y el mortero de cal, y se refuerza con sillares de piedra en las esquinas. El último cuerpo, donde residen las campanas, está completamente construido con piedras, completando así esta magnífica estructura.
La iglesia de la Asunción de Vinaròs es un verdadero tesoro histórico y artístico. Su arquitectura impresionante y detallada, combinada con su ubicación central en la ciudad, la convierten en una visita obligada para los amantes de la belleza y la historia. Al explorar este magnífico lugar de culto, los visitantes pueden sumergirse en siglos de tradición religiosa y admirar la maestría de los artesanos que lo construyeron.
